Los
abuelos son unas personas estupendas para los nietos. Debido al ritmo de
trabajo, cada vez son más los niños que son cuidados por sus abuelos, a mí me
parece una magnifica opción, si no pueden ser cuidados por sus padres, que lo
sean por sus abuelos, siempre que tengamos en cuenta que la función de los
abuelos no es la de educar, están para jugar, para contar y compartir
experiencias. Tampoco los abuelos son los “empleados del hogar”, por tanto los abuelos están para cuando sean
necesarios, para las emergencias, para cuando el niño les llama, para cuando
ellos echan de menos y quieren ir a ver a los nietos. Me parece un abuso tener
a los abuelos 50 horas a la semana, mucho debate sobre las famosas 40 horas de jornada y hay abuelos que las
superan.
Los abuelos con los nietos se transforman, rejuvenecen,
disfrutan, se enternecen, se divierten, algunos incluso, dan un sentido a su
existencia, sobre todo si el cónyuge ha fallecido. Algunas veces en mi despacho
mis pacientes me transmiten: “mi padre o
madre no parece el mismo, se ha ablandado, se comporta con mis hijos de una
manera tierna y cercana, conmigo fue rígido y exigente”.
Los abuelos al tener la posibilidad de disfrutar de sus
nietos, quizás de sus hijos no pudieron, cierran un ciclo y los nietos se
nutren de sus abuelos.
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